El Poder Antibacteriano del Ajo: Bacterias que Elimina y Cómo Consumirlo
El ajo (Allium sativum) ha sido utilizado desde la antigüedad tanto en la cocina como en la medicina tradicional por sus potentes propiedades antimicrobianas. Su uso como antibiótico natural se debe principalmente a un compuesto llamado alicina, que se libera cuando el ajo crudo es picado, triturado o masticado.

¿Qué bacterias combate el ajo?
Numerosos estudios científicos han demostrado que el ajo tiene la capacidad de eliminar o inhibir el crecimiento de diversas bacterias, incluyendo:
Bacterias sensibles al ajo:
- Staphylococcus aureus
– Causa infecciones en la piel, neumonía y sepsis.
– Algunas cepas como el MRSA (resistente a antibióticos) también responden a extractos de ajo. - Escherichia coli (E. coli)
– Responsable de infecciones urinarias y gastrointestinales. - Salmonella spp.
– Causa fiebre tifoidea e intoxicación alimentaria. - Helicobacter pylori
– Relacionada con úlceras gástricas y cáncer de estómago. El ajo puede ayudar a inhibir su crecimiento. - Listeria monocytogenes
– Bacteria peligrosa presente en alimentos contaminados, especialmente en embarazadas y personas inmunocomprometidas. - Klebsiella pneumoniae
– Implicada en infecciones respiratorias y urinarias. - Mycobacterium tuberculosis (en estudios preliminares)
– El ajo ha mostrado actividad inhibitoria en laboratorio, aunque no sustituye el tratamiento médico.
¿Cómo consumir el ajo para aprovechar su poder antibacteriano?
Para que el ajo tenga efecto antibacteriano, es clave cómo se prepara y consume:
Formas efectivas:
- Ajo crudo triturado o picado
- Tritura o pica el ajo y déjalo reposar 10 minutos antes de consumir. Esto permite que la enzima aliinasa convierta la aliina en alicina.
- Puedes mezclarlo con miel, aceite de oliva o agregarlo a ensaladas.
- Ajo fermentado (como el ajo negro)
- Tiene propiedades antioxidantes y una mejor tolerancia digestiva, aunque contiene menos alicina que el ajo crudo.
- Infusión de ajo
- Hervir ajo destruye gran parte de la alicina, pero puede ayudar a aliviar síntomas respiratorios por sus otros compuestos beneficiosos.
- Suplementos de ajo estandarizados
- Cápsulas con extracto envejecido de ajo (AGE) o polvo estandarizado. Asegúrate de que contengan una dosis activa de alicina o sus derivados.
Evita:
- Cocinar el ajo directamente sin dejarlo reposar, ya que el calor destruye la enzima necesaria para formar alicina.
- Suplementos sin información clara sobre su contenido activo.
Dosis recomendada
- Ajo crudo: 1–2 dientes al día (máximo 4 g diarios).
- Suplemento: según indicación del fabricante (generalmente 300–1,000 mg/día).
Precauciones
- El ajo crudo puede causar irritación estomacal en personas sensibles.
- Evita dosis altas si tomas anticoagulantes o antes de cirugías, ya que puede aumentar el riesgo de sangrado.
- No sustituye tratamientos médicos; debe considerarse un apoyo natural.
Conclusión
El ajo es un antibiótico natural poderoso contra una variedad de bacterias. Consumido adecuadamente —preferentemente crudo y picado— puede ser un gran aliado para fortalecer el sistema inmune y combatir infecciones menores. Como siempre, su uso debe ser parte de un estilo de vida saludable y no reemplazar tratamientos prescritos por profesionales de la salud.