¿Se puede curar el espolón calcáneo de forma natural?

14/06/2025

El espolón calcáneo es una pequeña protuberancia ósea que aparece en el talón, como resultado de una tracción y sobrecarga prolongadas. Aunque no es visible a simple vista, suele causar un dolor punzante y agudo que interfiere con el caminar, sobre todo al levantarse por la mañana o después de largos períodos de reposo. Pero, ¿es posible aliviar o incluso curar esta condición de forma natural? Aquí te lo contamos.


¿Qué es y por qué aparece el espolón calcáneo?

El espolón calcáneo se presenta cuando hay una inflamación crónica en la zona donde los tendones del pie se unen con el hueso del talón. Esta inflamación estimula la formación de una calcificación ósea que, con el tiempo, se transforma en una protuberancia en forma de lanza o espina.

Principales causas:

  • Uso prolongado de calzado inadecuado.
  • Caminar o estar de pie durante muchas horas.
  • Pie cavo o pie plano sin corrección.
  • Sobrepeso u obesidad.
  • Práctica frecuente de deportes de alto impacto sobre superficies duras.
  • Enfermedades reumáticas o desequilibrios biomecánicos del pie.

Síntomas más comunes

Espolón calcáneo
  • Dolor agudo al caminar, especialmente en las mañanas.
  • Sensación de “pinchazo” o ardor en el talón.
  • Dificultad para apoyar el pie afectado.
  • Dolor que aumenta al hacer ejercicio o estar de pie por mucho tiempo.
  • En algunos casos, se puede palpar una protuberancia.

¿Cómo aliviar el espolón calcáneo de forma natural?

Aunque eliminar completamente el espolón sin intervención médica no es común, sí es posible reducir la inflamación, aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida mediante cuidados naturales y cambios en el estilo de vida.

1. Ejercicios y estiramientos

Ejercicio 1: Flexión y extensión

  • Sentado, estira el pie hacia delante.
  • Flexiona los dedos hacia abajo, luego hacia arriba (mirando al techo).
  • Repite 10 veces en cada dirección.

Ejercicio 2: Rodar una pelota

El espolón calcáneo
  • Coloca una pelota (como una de tenis) bajo la planta del pie descalzo.
  • Rueda hacia delante y atrás aplicando presión suave.

Ejercicio 3: Con una toalla

  • Coloca una toalla en el suelo.
  • Intenta recogerla con los dedos del pie y tráela hacia ti.
  • Puedes poner un pequeño peso encima para más resistencia.

Ejercicio 4: Auto-masaje

  • Coloca el pie afectado sobre la otra pierna.
  • Mueve el pie de arriba abajo con suavidad durante varios minutos.

Ejercicio 5: Estiramiento de pantorrilla

  • Apóyate en una pared o mesa, coloca un pie adelante y otro atrás.
  • Flexiona la rodilla delantera, mantén estirada la trasera con el talón tocando el suelo.
  • Mantén por 30 segundos y cambia de pierna.

Haz estos ejercicios diariamente para notar mejoras progresivas.


Otras medidas recomendadas

Uso de calzado adecuado

  • Usa zapatos cómodos, con buena amortiguación y soporte en el arco plantar.
  • Evita zapatos planos o con tacón muy alto.

Férula nocturna

  • Ayuda a mantener la fascia plantar estirada mientras duermes.
  • Debe ser indicada por un especialista.

Plantillas ortopédicas

  • Se diseñan a medida para amortiguar el talón y corregir la pisada.
  • Muy útiles para evitar que el problema empeore.

Compresas frías

  • El hielo ayuda a desinflamar y reducir el dolor.
  • Aplica una bolsa con hielo (envuelta en un paño) sobre el talón por 10-15 minutos, dos veces al día.

¿Y los remedios caseros?

Aunque muchas personas prueban cremas naturales o compresas con vinagre, no hay evidencia científica que respalde su efectividad en eliminar el espolón. Lo más recomendable es:

  • Hielo: sí es útil para aliviar.
  • Reposo: evita sobrecargar el pie.
  • Evitar remedios sin respaldo médico, como pomadas “milagrosas” o masajes agresivos.

Conclusión

El espolón calcáneo puede ser muy doloroso, pero con ejercicios, descanso, calzado adecuado y tratamientos simples es posible aliviar los síntomas de forma natural y mejorar tu movilidad. Aunque no desaparece de un día para otro, la constancia en los cuidados marcará la diferencia.

Si el dolor persiste o empeora, es fundamental consultar a un especialista para evaluar otras opciones, como fisioterapia o tratamientos médicos.

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